La contaminación forma parte de nuestra vida cotidiana, aunque no siempre seamos conscientes de ello. Está en el aire que respiramos, en el agua que consumimos y en los residuos que generamos sin control. Más allá de los microplásticos, convivimos con metales pesados, gases tóxicos y sustancias químicas persistentes que impactan directamente en nuestra salud y en la de los ecosistemas. Lo invisible, en este caso, también puede ser letal. Cada año, millones de toneladas de residuos —desde plásticos hasta aparatos electrónicos en desuso— terminan en vertederos, ríos, océanos o incineradoras, comprometiendo la biodiversidad y generando un impacto que trasciende generaciones. La humanidad, en conjunto, genera cada año entre 2.100 y 2.300 millones de toneladas de residuos sólidos urbanos, según Naciones Unidas (ONU), y esa cantidad de basura se duplicará antes de 2050 hasta llegar hasta los 3.800 millones si no se adoptan medidas urgentes. «El consumo excesivo nos está
…